jueves, 12 de octubre de 2017

En el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.
·La catarata y el glaucoma son la primera y segunda causa de ceguera en el Perú respectivamente,  según el último estudio poblacional de Evaluación Rápida de la Ceguera – ERCE.

Salud en Casa.- Cada segundo jueves de octubre se conmemora el Día Mundial de la Visión, con el que se busca  enfocar la atención en la ceguera y la discapacidad visual. En la actualidad a nivel mundial existen aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas; según indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Perú, según el último estudio poblacional de Evaluación Rápida de la Ceguera - ERCE, las principales causas de ceguera en personas de 50 a más años son las Catarata (58%), el  Glaucoma (14%), Errores Refractivos no corregidos (5%), Retinopatía Diabética, entre otros.


Según el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica, si bien la incidencia de algunas de estas enfermedades ha aumentado, los tratamientos para hacerles frente también han avanzado en gran medida, y actualmente en el Perú se cuenta con equipos muy modernos y se  dispone de los tratamientos más efectivos, “tenemos muy poco que envidiar a países de Europa o Estados Unidos en cuanto a salud ocular. Sin embargo, si debemos mejorar en cuanto a la prevención; concientizar a las personas sobre la importancia de un chequeo oftalmológico y de tener un estilo de vida saludable.”, añadió el Dr. Siverio, quién además indicó en qué consisten estas patologías y el avance de cada uno de sus tratamientos en el Perú y en el mundo.

La Catarata consiste en la pérdida de transparencia del cristalino que es el lente interno del ojo, por el cual atraviesan los rayos de luz; lo cual provoca una visión borrosa, disminuye la capacidad visual del paciente de forma progresiva y puede llevar a la pérdida total de la visión. Esta opacidad se debe, en la mayor parte de los casos a un desgaste natural de dicho lente producto de la edad, por lo que es muy probable que la mayoría de personas sufran de catarata en menor o mayor grado una vez llegada la vejez.


El tratamiento para la catarata es la cirugía; se trata de una intervención rápida, la cual hace 20 años tenía una duración 1 hora y media, mientras que ahora se puede realizar en solo 15 minutos; los avances también han permitido que sea cada vez menos invasiva, esto gracias al uso de anestesia en gotas y la reducción de la incisión de 7 mm a 2 mm gracias a la técnica de focoemulsificación ultrasónica, la cual consiste en ingresar una sonda que mediante un ultrasonido disuelve la catarata y la absorbe y a través de esa misma incisión se coloca un lente intraocular plegado que luego se extiende; para esta intervención se utilizan modernos equipos como el modelo Infinity, marca Alcon, con tecnología Ozil; con el cual, se pueden resolver casos de cataratas avanzadas sin problemas y con una recuperación muy rápida.
En esta cirugía se implantan en el ojo lentes intraoculares premium, elegidos según las características de los ojos de cada paciente. Para ello, se realiza una evaluación previa con equipos de última generación como el ecobiómetro IOL Master y el topógrafo Pentacam. En la actualidad estos lentes corrigen las medidas que tiene el paciente como son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo con lo cual mejora grandemente la visión del paciente. Incluso hay lentes intraoculares multifocales, los cuales permiten que el paciente ya no use lentes para leer después de la operación.

El glaucoma, es una enfermedad que no da molestias hasta que está ya muy avanzada y se produce por un desequilibrio entre la producción y la eliminación del líquido que se encuentra dentro del ojo (humor acuoso) a causa de fallas en el sistema de drenaje. Esto genera lo que se conoce como hipertensión ocular, la cual daña las fibras que componen el nervio óptico, impidiéndole que este lleve la información del ojo al cerebro, por lo que se pierde la capacidad visual. Debido a la ausencia de síntomas, la única manera de prevenir esta enfermedad es mediante un chequeo oftalmológico que incluya el examen de la presión ocular y del fondo de ojo. Si estos exámenes están alterados, se realizan exámenes adicionales para confirmar el diagnóstico de glaucoma.

En el Perú como en el resto del mundo el tratamiento del glaucoma dependerá de la etapa en la que se encuentre. En una fase de leve a moderada, el tratamiento más común se da mediante gotas que disminuyen la presión intraocular. Sin embargo, existe desde hace cuatro años en el Perú el tratamiento mediante láser selectivo o trabeculoplastía selectiva con láser, técnica que a través de una remodelación del tejido del drenaje permite nuevamente su funcionamiento y la disminución de la presión. La aplicación del láser elimina algunos riesgos propios del uso de los fármacos en gotas como el enrojecimiento y ardor ocular, el oscurecimiento del iris y complicaciones en pacientes con asma y problemas de arritmia.

La cirugía es otro tratamiento para esta enfermedad, sobre todo en una etapa avanzada. En el Perú se utilizan desde hace mucho tiempo dos técnicas de cirugía y se espera contar en el corto plazo con una nueva técnica ya usada desde hace tres años en los Estados Unidos y Europa, denominada Cirugía de Glaucoma de Incisión Mínima (MIGS por sus siglas en inglés), la cual consiste en la utilización de microválvulas artificiales que permitan drenar el humor acuoso y reducir así la presión dentro del ojo, haciendo cortes más pequeños que los que se realizan actualmente. Ya en algunos centros como Oftálmica se han hecho el entrenamiento y las certificaciones necesarias para poner de inmediato estas nuevas alternativas a disposición de nuestros pacientes en el Perú.

En el mundo también están en la búsqueda de nuevos fármacos y que estos se puedan aplicar a través de dispositivos de liberación prolongada, es decir que el paciente ya no tenga que aplicarse gotas diariamente. Los resultados de estas investigaciones las podremos ver pronto disponibles para todos los pacientes alrededor del mundo y en nuestro país. 

La Retinopatía Diabética se produce por efecto de la diabetes y consiste en el daño a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido ubicado en la parte posterior del ojo, donde los rayos de luz se convierten en impulsos eléctricos que viajan hasta el cerebro para transformarse en imágenes. Los vasos se rompen, con lo que dejan de nutrir al tejido de la retina y se generan microemorragias de sustancias tóxicas y edema o hinchazón macular (la mácula es la parte de la retina responsable por la visión central, la cual permite ver detalles finos claramente).

Actualmente el tratamiento para la Retinopatía Diabética consiste en la aplicación de inyecciones intravítreas de antiangiogénicos, que impiden la aparición de nuevos vasos sangrantes, y reducen la cicatriz que provoca la hemorragia.  La indicación en estos casos es de 3 dosis de ataque y luego se reevalúa para ver la posibilidad de seguir tratando. En los casos de retinopatía no proliferativa (sin aparición de nuevos vasos)  y dependiendo del estadio, se indica la panfotocoagulación con rayos láser para detener la enfermedad. En el caso de que sea proliferativa, es decir cuando existe la presencia de vasos anormales que provocan sangrado de la retina y/o vítreo, la cirugía de vitrectomía es una posibilidad.
En el mundo, las investigaciones van dirigidas a mejorar la calidad de vida del paciente y esto se logra mejorando la visión, un ejemplo de ello es que actualmente se están desarrollando dispositivos de liberación continua de drogas intravítreas de tal manera se inyecte el ojo menos veces.

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